miércoles, 25 de junio de 2014

Andrés Villalba Becdach II

Lo caótico nos envuelve desde los primeras páginas de este último libro de Andrés Villalba Becdach, cuando –con una bofetada a nuestra quietud confortable– el poeta nos declara: “La vida es una canción de Madona cantada por Stephen Hawkings”. Salimos entonces desesperados a buscar entre los escombros de la poesía, que usa el lenguaje como artefacto.

Deseo, recuerdos, de las sillas vacías de sus abuelos, la pérdida de su tío Gato, alcohol y sexo, chuchaquis, coloquialismo quiteño. Todo esto se respira en este poemario. Se vive en el deseo, y como nos dice Shopenhauer: cuando se desea se sufre. Villalba nos envenena con amor, grita que hay que aprender a vivir en el sufrimiento y ver lo bello que hay en ello: en el fracaso, en la luna del chiro  que “es más bella”, que “la jaula es una bella opción”, en la confortable mentira.

La contradicción es recurrente, en sus aforismos, en sus imágenes, en los parafraseos de canciones , en sus conversaciones; en sus narraciones personales: con su confesión a los 12 años para sacar 10/20 en historia en un poema, y luego –en otro– en geografía. El pesimismo irradia su esplendor y dice: “Sobre esta cresta de alacranes en llamas está tu territorio, tu corona: mi catástrofe, mi muñeco erguido: en las palabras y cosas más simples la carga de belleza se duplica.”



Imán de vergantes

Bebo el agua que brota del reflejo trizado
aprendí a querer caballos de nieve que galopan
en mi hígado
tengo que avivar y exaltar la ceniza
soy el falo y el bolsillo del verdugo
            qué cruel
                                   comparto la ceniza tonta:
no para hacerme el bacán sino por lo aquelárrico
y delirante de la situación
es bello el naugrafio de lo perdido
                                   mira cómo se va el cometa
                       el cielo es mi globo pinchado
                       era verde
qué penita
                       otra vez la infancia

tres veces en la noche
sonaron las campanas
mientras mi Infancia
recorría
tierras extrañas.
Porque todavía mi Infancia
viene a buscarme
con un golpe en las piernas
y en sus labios
una sonrisa salvaje.

Si Lamborghini supiera el terrible daño que me hizo
my only psiquiatra punk

sacudo sus fetos de perro contra las paredes
de las habitaciones del encéfalo

lo esencial es que la leche se derrame a mares
anda gil y huele la leche que está regada
he comido penes así como a ti se te ha caído el pelo
                                                                                             cuentan
si hablo de libros crecen polillas en la lengua

ahora que Cerati reposa por el tristísimo accidente
cerebrovascular isquémico es que pienso como él:
el largo aullido del coma
peló cables por su adicción al sexo
                                               talento aupado por la trampa

con sed de prebístero en el templo ansiolítico
                                                                      soy mi peor amenaza
¿cuándo me dejas oler tu pupo atiborrado de periquita?
here’s a drink to your bones that this dog still
            dreams about


suicide career: mi lacerado galope académico me
niega
una catapulta
                                   un pez de oro
un pozo de petróleo
                                   una obsidiana
arde mi pozo séptico
                                   olvídate del otoño y las cruces
me conformo con las crisálidas en la galaxia
del pensamiento: sosegada incandescencia

con tanto extranjero dentro mío –hippies mugrientos
con ácaros– la enajencación progresiva
acuso de ignorancia atrevida: soy un bastión de
            derechos extraviados
me oprime la turbulencia del rostro en la memoria
gemidos que son gotas estalactitas leopardo quirópteros
en el techo del triste recuerdo de nuestra madriguera

exceso de estrujamiento: crecen canas de lo que pudo ser
seducirte es más difícil que matar un chancho
            a cachetadas
qué locura no he dejado de pensarte e invocar
            nuestro camal

recordé el bello poema de Sigüenza que te envié
después de nuestro primer revolcón
lo torcido siempre es diáfano
antes era fácil decir qué lejos qué asfalto
qué borrachera tan maravillosa:

Caballos

Las patas de los caballos
dan vueltas y vueltas
sobre el lodazal de la molienda
vueltas y vueltas
como en mi cabeza
tu ausencia

ha pasado el tiempo y la turbulencia se seca:
circunspecto el chapoteo de los caballos en el lodazal
secas ajadas y agrias
las fumetizas estelares y las sábanas perversas
explosivo mojado laxitud que seca el veneno alacrán
del templo del miembro: puro llanto

qué manera de huevear
he perdido la potestad del cuerpo y territorio once again
paz en los húmeros paisajes
                                                          qué abombe
la magnolia carcelaria de la alerta roja del deseo
confío en la andanada del quebranto
una oruga entre los dientes:
                                               tu sexo
fiera oruga
esto no es vida no es vida no es vida: canalillo la vida
me abrazo a ti como eal descarrío cigüeñal del
            mundo

extravío en la fascinación ruin de la carnicería
            temporal que me obnubila
hablo de pintar un cuadrito con las cenizas del
            del padre de Kafka
la perseverancia es el recurso de los insulsos
la desidia es el cordoncito para amarrar la boca
            del muerto
acá el motor está fallando: el lumbago que me tiene hasta
las cachas
pura acupuntura pero no tengo para pagar el médico
las facturas no tienen piedad

sorry something went wrong
we’re working on getting this fixed as soon as we can


con la vergüenza en el bolsillo y con la maldad solo
puedo dar míseros toques
–dame tu mail para poder ser amigos de facebook
y darte toques a morir–

la ofrenda de mis morados y marmóreos huevos de
avestruz
queda la deshilachada y el entuerto que soy ahora
                                                                      esto que hace de mis tripas
horcas impías
pavura es la bandera
soy un estropajo que busca
simepares finalines hidratantes
laceraciones de otro lanzamiento que fue un embauque
ensarte y cruz roja

embarque de botellas del naufragio pusilánime
no dejan amortiguar la espera uno llega y ya está viejito
el alba es más que un cuartel
duele el alambrado del día cuando pierdo las sandalias
tengo el mismo clavo con el que se cayó para siempre
mi tío Gato en el baño de la Carvajal
a diario el diáfano smog para los mirlos del corazón

eran otros tiempos se decían cosas bacanes:

me dicen maricón porque me acosté con tu mujer
que tiene cara de hombre

cormoranes que son ratas en litigio en la hondanada
cruel el cuerpo
es la espina de plata en el desierto del colchón
tengo tumores y protuberancias con nombre y apellido
abscesos parlantes
mi vida fue un bello circo de animales lisiados: sus huesos son mis muletas

qué capacidad única que tengo para atraer vergajos:
imán a ultranza
                       política irrestricta.

(De Soterramiento, de 2014)

viernes, 6 de junio de 2014

Agustín Guambo

El poeta quiteño Agustín Guambo comparte varios poemas, que estamos seguros que los leeremos junto a otros en forma de libro.


.iii.

caminábamos por el barrio chino de Lima El firmamento era una larga escama quebrándose sobre nuestras sombras cetáceos waskas aullaban sobre una ciudad prehistórica [peces negros naciéndole de los ojos] -you make me feel like a wild thing- Dije has pensado en el tawantinsuyu [el sol limpiaba el rostro a una larga avenida donde rotas personas transitaban] reíste cuanto te comente sobre si has considerado esas innumerables parejas de amantes haciendo el amor en secreto (la tribu escuchaba hablar al taita, mientras este consultaba el oráculo de coca, de como seres hechos de roca y pigmentos desconocidos atacarían nuestros alientos hasta volverlos hierba amarillenta) de su sudor bajo una luna joven y subacuática de cuántos orgasmos se quedarían adheridos a los árboles de cuánto semen se hundiría en los ríos que hoy alimentan la vía láctea en ese reino de rojo hielo donde no había moteles ni rincones oscuros y lo prohibido habitaba en toda la tierra Así franqueaba la noche -siglo XXII- el café se enfriaba el sexo iba floreciendo como nubes anunciando la tempestad y nosotros imaginábamos con qué frecuencia en el tawantinsuyu (mientras ballenas vomitaban almas tristes sobre cardumen hambriento) los amantes inventaban nuevos amaneceres sobre sus espaldas -you make me feel like a wild thing- Con qué frecuencia la espuma del mar emergía de sus ingles y se abatía sobre ciegas aves -you make me feel like a wild thing- La ciudad se iluminaba la veíamos eclosionar desde el cerro san cristóbal ella decía por cada cinco focos uno le pertenece a una pareja de amantes no como aquellos que pernoctan en tu país que parecen un mar a punto de sangrar sino amantes de verdad llenos de sed llenos de lluvia -sonreíamos- la ciudad resucitaba como aquel ángel al que dios le ha dado una nueva condena  -you make me feel like a wild thing- y Lima nos comenzó a doler Nos dolió como aquella costra que uno se gana en la niñez Nos dolió Lima y su cielo Lima y su mar canino Lima y su aire oscilantemente gris y nos abrazamos [luz y sonido congestionándose en los poros] esperando este u otro reino… Lima you make me feel like a wild thing

.iii.

la noche crece como un tumor  -sonríe rojo en las entrañas de la ciudad- mis manos se hunden en tu sangre en busca de mi sangre la ceniza corre por el desierto que sembraste en mis dedos no eras nada entre sus dientes la ceniza es un rinoceronte que lame los otoños de sus labios el sonido de nuestros cuerpos que brotando de nuestros capilares penden bajo helechos de viejas estrellas ¡Ahí está la ciudad de mis padres! ¡Ahí agonizan los mismos como ofrendas al polvo! Nadie me rescatará [De este perro solo las pulgas se acuerdan] !Ahí la ciudad¡ Ahí donde duerme ese lago de aceite los líquenes se agrietan en medio de los cráneos gritando mí nombre Es hermoso ver la nostalgia de los árboles crecer Es hermoso no entender el lenguaje de los árboles que enreda a vivos y muertos (camino a jirón quilca en busca de varios instrumentos para la memoria pronunciaste el salmo del abandono y construiste un barco sobre el tiempo) ash shall be thy name
alucinación de aves llanto joven en el espejo de los ángeles así ame tu ciudad de párpados quejumbrosos y heladas costillas rotas en medio del cual crecen centenares de ebrios que no conocen el mar y les revelé mis manos que no conocen tus pesadillas y lloraron conmigo en tanto que veíamos el hospicio derrumbándose bajo el sol de mediodía y gritábamos aún somos jóvenes aún podemos conseguir más locura más desesperación más llanto hervía el cielo [la ceniza será tu nombre] y nosotros buscando gaviotas de barro un pedazo de lagrima que nos entierre los nervios y recordamos el mar que un día nos brindó su laberinto eterno pero ya era tarde debíamos volver cada uno a la ceniza del otro cada uno a su propia sangre 
ash shall be thy name
ash shall be thy name No la verdad no conocía los caballos un día ella los trajo en medio del cuenco de sus manos posándolos frente a mis pies los nombró -dijo estos son los hijos del viento cuídate de ellos y de sus sombras olvídate de las aves de los árboles estos son los hijos del viento (jirón quilca quedó atrás derritiéndose  mientras caminábamos a jesús maría nombraste las estrellas que asumirían tu color y tu música te arraigaste en la armonía del polvo) acaricie sus lomos crispados y verdes -ella sonreía y miraba la tormenta silenciosa e inmutable- le dije puedo conservar alguno y ella los acercó a su lengua y los volvió arena que hundió en sus labios ash shall be thy name
Imagina la noche crecer en tu ombligo -Yo bebo de él- Imagina La noche crecer en tu ombligo -Yo habito en él- Imagina la noche crecer en tu ombligo 
Me da miedo mi propia sombra 
[Un perro corre] Una bala se ahoga en la saliva de la noche Mutarás en tu propia soledad después de que entiendas que las estrellas son las últimas vertebras que se pudren de la columna de dios Yo soy la noche que crece debajo de la profecía De los gritos y vengo 
a ti
 ash shall be thy name (siglloXIII, esperemos que Lima y Quito sigan de pie 
(los escombros formarían un bello ingapirka/machupicchu moderno) y que aún se hable de las mandrágoras y del olor a sucio de sus habitantes cuando adquirían el vicio del amor) no tuvimos suficiente suerte esta noche beiby navega tu sangre en mi lengua el calor de la noche crece dentro de mis pupilas allá va ella sentada en la última fila del bus que condena al otro al destierro en su propia piel no tuvimos suerte esta noche beiby no digamos buenas noches 
el desierto habita en mí –¿lo sabes? 
los coyotes son mi sangre -¡lo sabes!- 
el marfil del cosmos quemándose en silencio…
 …  ash shall be thy name