lunes, 10 de febrero de 2014

Andrés Villalba Becdach

El poeta recuerda a su abuelo cuando disfrazaba de títere lo que quedó de su pierna, para divertirlo, luego de un accidente (su muñón). Desde este punto radica gran parte del tratamiento de las múltiples imágenes. Recorremos la ciudad y la jerga de Quito, con un sinfín de juegos fonéticos, con ironía pesimista, sexo, frases de canciones y demás retazos de versos. Con gran imaginación, en Muñones, Villalba forma una poesía barroca que excede la escritura automática porque los aforismos están conectados a la Idea. Condena su ser en su propia búsqueda constante: “el que se orina sobre sí mismo deja un torrente de algas”, busca un nacimiento detrás de la propia muerta: “el canibalismo existe en nuestras pulgas”, la angustia lo lleva desentrañarse: “ya no puedo fumar mis máscaras”.


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Acarismo bellísimo y ultramega vip, ¿cuántas natas nos ensucian? Sinceridades cinerarias, alucinaciones de otoño. Soy la rata que se come el árbol áureo de tu jardín. El vacío sin hálito se cristaliza cuando abres la puerta: ojalá la llave se oxide en la chapa, como mi cohete en tu chepita. Reticencia. Vuelve a encender los alógenos del camal de mi cuarto. Hay un río de brea que galopa con monedas que tienen la impronta de nuestros rostros: la turbulencia existe en un plato guardado de chifa. Soy mi templo en ruinas, rodeado de mazorcas curtes, soy la envidia de muchos hombres. ¿Cuántas veces he salido llorando de tu casa?, pero hay flamencos que decoran nuestras fotos, déjame besar tu cuerpo muerto y lamer tus heridas. Soy el magnate que propicia tus tsunamis. Tus ojos son mi tragaluz carcelero: refugio para enfermos. Diprogenta, ampibex, megacilina para dopar con ilusión la melancolía. La única alquimia posible es la palabra con el peso de sus metales en el radiante silabeo. Deja de chupar alcohol con metanol te ruego, ese orgasmo es de la cerda y no tuya: ma non tropo. Cizaña y descuartizamiento verbal de esas zorras aún con los dientes de leche –doble acepción–, que hablan mal del verdugo que se está cogiendo a sus amigas, madres, tías o hermanas: pajita reseca. Yo me encargué de hundirme con este desenfreno ampuloso y turbulento que he ido haciendo de mí, me salvan mi hijo y hermano cuando acarician mi barba. Resulta que uno es bróder de cuadril de media ciudad y me follé a tu novia muerta, dice un cuate. ¿Qué se hace cuando las hembrillas a las que no se puede estrujar contraen las anguilas de su músculo sublime? ¿Cuántos barcos piratas en los rayos x de las manchas de la sábana? Metafísica de los burdeles, la demencia como designio: para no ser un recuerdo hay que ser un re-loco. Pinche rojo tan puro y sincero, tan alocado y lleno de vida, ¡cómo se va a suicidar! Son goterones sórdidos trastocados en agujas que hacen que el cráneo arda, mi triunfo visual es cuando atisbo el momento en el que huye la lagartija: mi madre es un sueño de chacales. Si tu pene mide menos de 24 cm entonces haz click aquí giga pene. Estas ramas que sale de la hoja son crueles ideas de nadie. El abrazo de maradona y messi miente más que el del liliputiense prostíbulo de bolívar y rocafuerte. Energía febril de mi eslabón en tu cama, bocanada de tristeza en todas nuestras copas. Siempre habrá alguien que se lamente por las aguas del sol siempre habrá alguien a quién maltratar cuando es inocente. Lágrimas, sexo y asma cuando me abusas menándote in extremis, deja de sufrir por mis borracheras, la feromona alcohólica extraña mi dermis. Recojo cadáveres detrás del espejo, perrita, qué linda la rosa que crece en mi mano y tu ano. Bebo tu caldo de manguera. Velas en el agua las lunas de tu enagua. Tush querido, no he sabido nada de ti, ¿con el tiempo se diluyen los bechos inmortales? Quisiera verte: campanita. Hay abejas que circundan la carcajada del recién muerto, halcones que atraviesan el pensamiento y dejan sus huevos para que otra víbora los coma. Las orugas en el pensamiento crecen como las orquídeas del sepulcro. Somos el delirio postergado de nuestros muertos, el despojo en su azogue. Conviene fumar los cristales del diablo, sus iridisencias. No llores, no lo hagas te lo pido por los ángeles que retozan en tu calzón. Janis Joplin hacía el amor con 25000 personas y regresaba sola a casa, yo llegué ma 300 pero regresé con cinco. En las medias sucias siempre hay billetes, me evaporo con mi humo. No quiero ser kamikaze, papá.

MENTAS BUDISTAS II
El beso pajero que vela por mí: estés donde estés no vayas a violar a mis mulas. La demencia es el target: tu carne tu carne tu carne Solo: su llamada está siendo transferida al buzón de mensajes Un librito de rockwell alegra la vista: esto no puede ser pero es pura alergia Lágrimas de thomsom mi hijo por su bronca extracurricular con el profesor de taekwondo El mareo: la salvaje e indomable soledad 2010 2011 ceñido a una lágrima de plata No se aburren de la pirotecnia Esta ciudad merece las bombas que los chinos desperdician Tautología en todos los husos que descuartizan las hilachas de la malograda palabra El carbón del año amarrado con pillín incandescente a los últimos diez segundos de la canción El peligro en la vela que dejaste: siempre hay alguien no faltan los cabrones Las cartas como murciélagos en el abandono más abrupto: tu zarpazo no escinde lo rimbombante de este perpetuo ronquido: qué vivan vivan vivan mis enfermedades mis enfermeritas arrabaleras: mi teléfono no es territorio de putas I rather be loneley but be happy with somebody else Yo quiero ser tu niña bonita El tristísimo estruendo del corpiño en la almohada Tú me haces un vergajín desgraciado ¿te acuerdas? Pudor en la pirotecnia que rebuzna que tremula tremola tremenda teresa ¿cómo te llamabas? te decían patas de burra después de una cogedera lapdidaria de tres horas Me cabrean full me corro el sementerio que queda mecorro resulté no hay jabón para rastrillarse las natitas Saltamontes en los dientes de la foto de marosa di giorgio edición adriana hidalgo Tíñer en las fotos teclas pelo y barba tíñer: un escalapelo ¿Pinamar está en canoa? Influenza Ausente sin naiden nadies nadie niente 0 polito 0 a quién dar un abrazo Hola cabrón llegaron las tildes en las fotos de esa y esa y esa otra y otra pindonga Me acaricio This pain is a pleasure creo que estoy fumándome a mí mismo en la buhardilla de cioran qué osado soy digo un huracán es el traspapeleo que advierto a través de la ventana que da al escritorio del hombre Uno se mete a escribir porque es el chico nada porque vale tres tiras de verga porque afuera lo cascan porque su mentet vuela bajo y nunca será otro cioran El único poema verdadero es el rostro de cioran Asceta El paisajeo es un cuaderno lleno de líneas tachadas: blanco blanco blanco Las bagatelas del futuro son pianos donde niños se arriman a llorar Calaveras en las sábanas por manchar Run run away con la cabeza como un chicle en el zapato Hay que aprender a arrastrarse y correr con la jeta de los animales de todo el continente En una sucia avenida paceña encuentro los zapatos que usé cuando niño: duelen las caries del olvido los sórdidos relámpagos de la imaginación El caballo por los caballos del caballo del yermo: la sed soy yo Hablo del smog najo tus aguas pastillas y traición sin poder volatizar las aristas que me corroen:  son tus yeguas que se pasean por la ciudad Muero de tanto resucitar y peor ahora con tos y conjuntivitis cuando en el estímulo de dopamina relacionada con la sustancia zen hay bosques y hondanadas Miedo en el cañería oxidada de una neurona Las cebras de la neurotransmisión: el tejido nervioso es la baba de un hipopótamo cuando bosteza Sólo recuerdo regresar virgen de la habana y del df Qué estúpido Las letras vuelven a esparcirse en el papel hasta ser un arsenal de ceniza Sopla: es tuya la palabra.

DEL CIMBREO

Las palabras me hacen llorar con su acarreo de locura, placer, inmutación, hartazgo. El lenguaje es cromosomáticamente delirante. No se trata de escribir con el pene: laureles los del ano. ¿Soy el animal de mármol en tu plexo ebúrneo? Develar los defectos es escencial: soy mi único aliento, mi único cliente, nunca más un ojo es un ojo en tush tetash. Suben alcoholizados las escaleras del seseribó los pintores después de una triste verbena: el cojito y el tuerto, se apuntalan: sus fusiles no reemplazan el arco primogénito de sus venas. Sólo la pintura no necesita mediadores. El mundo es una mariposa disecada, carroña de hormigas en el hígado, un badajo tonto en el cerebro. Un cementerio de volcanes como relojes de musgo el cerebro. Me enamoré de tus heridas, aún sueño en el ojo del toro, indúltame te ruego. Los ecuatorianos leemos el atraso en los ojos de las ratas. Duele este sudor de insectos que vuelan con mis alas. No me odias papá, no puedo verte: la niebla de la infancia es un alambre de púas. No sería justo el mismo error y oír de lejos cuando tomás toca la melódica. Arde la tinta en la punta del dedo, rebota el escozor como la infinita lucha con la reverberación de la página en blanco, un ardor armónico, agudo, fresco y punzante como la estalactita del recuerdo. Hablo de mis diplomas del quinto puesto. Ven para hacerte sudar con mi nutria en tu bemba y desplumar las palomas del tejido nervioso. Convendría suicidarse anes de volver a jugar como antes. Una  mantarraya e bruma beza con su veneno mi boca: es un boomerang el cimbreo delirante del yugo del lenguaje. No supero la supuración de tanta pérdida. Lamento esta letanía impúdica de mutismo: pesadilla de ángeles que detonan en la cúpula más alta de tu catedral. Paisaje diabético con animales de humo. ¿Qué te metes que haces magia? No hay como nacer para dilapidar lo que no se tiene. Claudico con tu foto embarazada de veinte añitos: el mohín cuando firmabas sí. Acuérdate que te casaste de traje negro.

(De Muñones, 2011)

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