lunes, 9 de abril de 2012

Marco Fonz de Tanya


Nació en la Ciudad de México, D.F. (1965). Cursó estudios en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM y en la Escuela de Escritores de la SOGEM. Ha impartido talleres de creación literaria en diversas ciudades de México y ha desempeñado labores editoriales y de promoción cultural en medios impresos y radiofónicos. Fue becario del Centro Chiapaneco de Escritores en 1994 y 1995. Residió en Barcelona, España, durante 1998, donde emprendió tareas de difusión y docencia en torno de la poesía. Su obra publicada comprende los volúmenes: Los animales mal llamados hombres (1992), Intermedio absurdo en una función de medianoche (1994), Del hominem amorfo (1994), Cantos siniestros a Chiapas (1994), El ojo lleno de dientes (1994) y Los buscadores de Shavana-Lamar (Premio Estatal de Poesía Rodulfo Figueroa/Biblioteca Popular de Chiapas, 2002).


FELICIDAD Y BRILLO
para Tanya de Fonz
para Siddhartha Fonzy
para Shaya Fonz
por nuestra juventud recuperada

Fui el joven pensante
en las esquinas bicéfalas
de las marquesinas luminosas
aliento de la pregunta
ceniciento asiento del mundo
mueca del anciano
levantado de vez en cuando por su tiempo

Ahí estaba yo bajo
el mismo techo que el asesino
junto al mismo gordo de siempre
que espera en las estaciones de buses
yo era el joven fumado por la luz
triste de no llegar contigo
flor y bastón de cenizapor la espera mi espera
de visionario dador de lunas
cuántas uñas en la tierra
roja de sentimiento
animal de límites
boca fuera de la lengua

Yo el joven con vergüenza
de suponer mío el mundo
azul claro conquistado
por mis imprecaciones
camino de los faros dentro del ataúd
dedo señalando el alivio
ahí era el aullido
ahí la canción del lagarto
y sigue sufriendo contigo
digo digo y desdigo:
LA GRAN SOLEDAD ES NUESTRA

Territorios de inocencia
ombligo del seco
del momia de la bella idiota
que eleva la maldición
después de un —Buenos días
Ahí el joven de nuestros celos
bello durmiente del mundo
sonríe y se eleva leve sobre
su propio sopor sopor duerme
Del sudor al amor hay un palillo
doble barquillo con espejos
viejos los otros
yo libre
dejo mi piel a los olvidos

Ahí la mañana verdadera muerte
respiración del animado
por ánimas de los suicidas
que viajan a través de las cobijas de los pobres

La mejilla izquierda se escurre
agua de los caños en los baños
de los cantantesgotera bajo sus ojos
sombrillas de la noche
el corazón sigue siendo un charco
y el bilé sonroja la punta de los vasos
Somos jóvenes y buenos muertos
espías del sacrificio
con un pie en las afueras del pueblo
y otro en la carne de ella
No sé no sé nunca supe
el por qué de mi sombra en las paredes
el cuál de mi alma entre los dientes
el por qué de los rayos de sol
como bucanero asalta locos
hermosos espumeantes hermanos
de la noche de la mentecardo de las maravillas
en un paseo de cuerdas adoloridas
de tambores quejosos
de espíritus pegados en los zapatos
jóvenes en espera de la muerte
sin más nada que el mejor orificio
en la pared Dolor de las princesas en las puertas
madres del saber sufrido
¿dónde están sus hijos?la gloria del segundo
después la velocidad de los anuncios
y otro tambor revienta su cuerolero de los oídos
risa del cínico dentro de un frascorisa en fila larga
la cara tan seria que se va junto al muro
nadie entonces en la calle
nadie entonces en los autobuses
Noto tu ausencia
los hombres vienen las nubes van
y no soy hijo de ninguno
Los buenos deseos caen
como un verano como un telón
y todos quitan su maquillaje
algo hay bajo la piel que no se entiende
otro espera en la esquina
bebemos de nuestras manos
el calor de no tener

Yo el joven que esperaen la calle donde los huesos
son pálidos sueños que respiran
plumas que levanta el alcohol
y nadie grita
¿por qué nadie grita? Cuelgan de mis emociones
murciélagos de gomales digo
he ganado muchas medallas
pero perdí mi brazo izquierdo y un padre
el cuerpo es el otro tumor
del que hay que desprenderse
Un pan el cantove cómo lo muerdo
ve con que desesperación lo como
la sal me pasan la lágrima por favor
un moco verde es mi otro yo
dejé a mi madre en casa
ya no puede masticar carne
como el poeta mastica marineros
desde esta esquina de juventud
lo vi escupir gaviotas
y otras cursilerías
que aplaudían con fe otros sedientos
hay de mí y de mis palabras de leche
en qué montaña de piel irán ha terminar
Terminar con los dolores propios de la especie
terminar con los ojos turbios de la especie
terminar con la soledad entre las uñas de la especie
terminar sin que se acabe la especie
No ver que los malditos viejos del calor mueran
ni siquiera ver y saborear esa pequeña confitería
Miedo hasta en las compras que tiene el mar
lamo entonces mis manos de tabaco viejo
algo hay de tu sabor
en la yema de mis labios
toco toco tu loca cabeza
hay alguien sentado
en medio de la bilis
amarilla libertad qué pálida estás hoy
alguien está buscando a tus hijos
negros como el cáncer
son los niños nuevos con sus cobijas nuevas
alguien ha tocado a tu puerta
nada qué escuchar
sólo un montón de sombras borrachas
junto a dolorosos obreros
y todos cantando por ellas
He dejado al joven continuar con su país
con su arena y su montaña
existe amor en una carnicería
de cabeza las cabezas de los cerdos
sonríen por dejarte su lugar
Dentro del globo dentro del aire del globo
dentro del niño del globo
ahí vamos otra vez a recordar
los sangrados maternos
nadie otra vez nadie que pueda darte con la pala
nadie quien pueda salvarte de ir muriendo de solo Yo el joven
plenitud de la superficie de la mesa
talco en los aleros de la silla
vágido de los muebles en la casa
nada falta para ir de atrás para adelante
lento lento veo por la esquinados realidades que vienen
con un ramo de flores para mí
Felicidad y Brillo
Yo el joven pensante
Felicidad y Brillo
Felicidad y Brillo

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