sábado, 16 de marzo de 2013

Subempleo en el bus


Estoy en la buseta al medio día, con un calor de los quintos infiernos, pegado a un gordo que me suda en el brazo a quemarropa. En estos transportes el subempleo es habitual: desde payasos, vendedores de caramelos, chocolates, artistas. Ecuador tiene talento, lo que no tiene es trabajo. A veces creo que el trabajo se piensa como mendrugos para la sociedad, y yo sigo sentado viéndolo todo. 

Se sube un vendedor con una especie de collares donde se ajusta el celular. Si se vende café descafeinado, no veo tan ridículo el invento. El tipo comienza su discurso diciendo que le ha llegado el 'domingo siete' y que tiene que llevar el pan a la mesa de su hogar. Es obvio: nadie le compra, pero se despide agradeciendo por la colaboración sin olvidar nunca a Dios. Mira a la ventana del fondo de la buseta como si en sus ojos volaran todas las aves de rapiña sobre su cuerpo famélico, con su hijo que aun no nace, que aun no muere, en este desierto hostil, como si estuviera pensando "Dios, por qué me has abandonado". 

Luego de unos minutos se embarca una mujer, embarazada, con un bebé en sus brazos, y otra niña de diez añitos aproximadamente, con sus ojitos cansados de llorar por el hambre, su frente cansada de sudar por el trabajo no bien remunerado, con sus pies empolvados recorriendo los kilómetros que su padre caminó para abandonarlas. Entonan una canción religiosa con una especie de aullidos borrascosos que se derraman de sus gargantas roídas por una larga jornada. Los ojos del coro más triste que he visto en mi vida miran hacia adelante, ahogados en el mar del desempleo trabajador, gritando pero cantando "Dios, por qué me has abandonado".

2 comentarios:

  1. Me gusta la conclusión es similar con la historia de cada personaje. Creo que el gordo de al lado no participa ni reacciona en modo alguno: no es un personaje, sino un objeto (tal vez sobrante).
    Me gusta pensar que todos nos subimos al bus con esperanza mas que desesperanza (en neto).

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  2. Gracias primo. La plena que fue un estado en el Fabebook de algo que me pasó. Sólo lo quise compartir acá.

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