lunes, 30 de julio de 2012

Declaración


Mis manos son dos pájaros muertos enraizados en tu viento ausente. Sus alas sólo son mortajas cálidas cobijando portarretratos congelados, y se agitan acongojadas en el cine, y lloran jaulas de silencio. Dios sopla con toda su furia hacia la torre que me conectaba a tu vientre. Saco mi espada para luchar contra los oráculos que se amamantan de presagios, penetro un espejo y brota un manantial de sombras pasadas, sombras con forma de nube de lluvia, sombras diáfanas, sombras de maceteros de papel.
Me revuelco en un sueño hostil donde me introducen sondas cargadas de pólvora; el gatillo es tu nombre habitando bajo mi lengua. Las lunas que depositas en la fosa de mi boca han roto el cascarón y te aclaman dando alaridos de náufrago.
¿De qué manera puedo arrancarme el alma y dártela en una caja de zapatos? ¿De qué manera te hago un collar con mis párpados erguidos como un espantapájaros en la madrugada?
Escucho ladridos en la calle que se disipan como la sangre agonizando en un taxi de regreso que nunca llega. Profanaré los besos arrastrándome por cuerpos grises, entierro otro poema en el lugar inexacto.

2 comentarios: