viernes, 16 de diciembre de 2011

Ricardo Gutiérrez



Nace inmerso en una familia de intelectuales siendo su maestro Amadeo Jacques (1838-1896). Estudió abogacía pero se decide por la medicina, fue combatiente de ejército y luego se integra como médico de campaña en la guerra contra Paraguay. Publica sus obras en el diario La Nación, más tarde funda el diario cultural La Patria Grande y el hospital de niños que hoy lleva su nombre. Es uno de los poetas más destacados de su país.


METEORO

Fue la celeste imagen de la dicha
que rozó la existencia con sus alas,
el corazón se resignó a perderla
y levantó una cruz en su esperanza.
Fue como un astro
que errante pasa:
dejó un surco de luz en la memoria
y se perdió en la noche desolada.

LAS DOS ALMAS

Huérfana como el águila del cielo,
errante como el céfiro del alba,
triste como el destierro del proscrito,
sola como la flor de la montaña,
como el lucero
de la mañana,
así vivió tu alma sin mi alma,
¡así vivió mi alma sin tu alma!

Como el cuerpo y la sombra de su cuerpo
como el mar y la onda de sus aguas,
como el canto y el eco de su canto,
como el sol y la lumbre de su llama,
como los ojos
y la mirada
así se unió tu alma con la mía,
¡así se unió mi alma con tu alma!

Sobre la tierra de extranjeras olas,
bajo el cielo sublime de la patria,
en las risueñas horas de la dicha,
en la noche fatal de la desgracia,
como dos ruedas
como dos alas,
no se apartó tu alma de la mia,
¡no se apartó mi alma de tu alma!

Cuando el tremendo golpe de la muerte,
la misma tierra a nuestros cuerpos abra,
tu alma en sus alas alzará mi vida,
mi alma la tuya subirá en sus alas
hasta ese mundo
de la esperanza,
patria inmortal de tu alma y de la mia,
¡patria inmortal de mi alma y de tu alma!

No hay comentarios:

Publicar un comentario