jueves, 12 de enero de 2012

Roque Dalton

Fue poeta, narrador, dramaturgo, ensayista, periodista salvadoreño (1935-1975), y es considerado una de las voces más influyentes de la Generación Comprometida. Viajó por todo el mundo y vivió por largas temporadas en Cuba, Checoslovaquia y México. Desde su posición revolucionaria integró el Ejército Revolucionario del Pueblo y fue asesinado por sus mismo compañeros por denuncias de haber colaborado con la CIA.



GUERRA

Mi verdadero conflicto
hondureño-salvadoreño
fue con una muchacha.

ACTA

En nombre de quienes lavan ropa ajena
(y expulsan de la blancura la mugre ajena).
En nombre de quienes cuidan hijos ajenos
(y venden su fuerza de trabajo
en forma de amor maternal y humillaciones).
En nombre de quienes habitan en vivienda ajena
(que ya no es vientre amable sino una tumba o cárcel).
En nombre de quienes comen mendrugos ajenos
(y aún los mastican con sentimiento de ladrón).
En nombre de quienes viven en un país ajeno
(las casas y las fábricas y los comercios
y las calles y las ciudades y los pueblos
y los ríos y los lagos y los volcanes y los montes
son siempre de otros
y por eso está allí la policía y la guardia
cuidándolos contra nosotros).
En nombre de quienes lo único que tienen
es hambre explotación enfermedades
sed de justicia y de agua
persecuciones condenas
soledad abandono opresión muerte.
Yo acuso a la propiedad privada
de privarnos de todo.

LAS PALABRAS
(Fragmento)

I
Es fácil decir
el hombre más grande de este siglo
colgar las palabras como gallardetes
porque otra fiesta va a empezar
el más humano es el más sencillo
corazón del pensamiento y
pensamiento del corazón
(incitados simplemente a alegrarnos
el corazón vuelto un joven acordeón
para himnos y loas)
el que más construyó
el que mejor enseñó la destrucción constructiva
y la sencilla construcción basada en el trabajo

porque a un hombre como él
se puede acudir tranquilamente con un lugar común
con una sentencia sacada de los libros sagrados
o con lo que dice un niño al despertar.

Sin embargo
queremos para nombrarlo palabras sólidas
que resistan en medio de la noche
los nuevos vientos del mundo
palabras hijas de sus palabras
fundadoras
pétreas
inconmovibles
pertrechadoras para la lucha y la fraternidad
para la lucha de la fraternidad.

Las palabras no para la danza
o la declamación en nuestro mundo urgido
sino para desentrañar la sed
el grito
el proclamado «¡Basta ya!» de los hambrientos
mestizos por la oscuridad de la explotación
y la luz de la furia.

Las palabras para el canto de las conciencias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario